...viendo las imágenes
de un serio periodismo
me encontré con muchos medios
de subsistencia y minería
a sentimiento abierto...
Qué fácil es para ti, maldito intermediario,
hacer fortuna con las creaciones Divinas
que fueron la tortura de griegos y romanos;
negocias con sentimientos ajenos
y con insaciables colmillos
-importados de antiguos castillos de Transilvania-
le vendes tu alma al diablo.
Y qué fácil te vendes tú,
amada Eva,
que te quitas el digno vestido de una musa
y te pones el escote apretado de una cosa;
seduces más a un puñado de monedas
-pasajeras de trenes ya olvidados-
que a la inmortalidad remachada en multitud de pupilas.
Perfectamente podrías andar señoreando
en alguna playa,
en algún parque,
en algún carrusel
-fotografiada junto a sonrisas de palomitas de maíz-,
o atrapada en el laberinto indescifrable de nuestras calladas pasiones
que nunca hicieron morbo con tu belleza.
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